La compra de
ciertas comidas puede ser estresante. ¿De dónde proviene esta carne? ¿Qué tipo
de pescado es ese? ¿Y cómo saber si las condiciones de almacenaje,
especialmente en cadenas de frío y otros cumplieron con las normativas de
seguridad?
Muchas veces, el
consumidor quiere conocer todos los pasos por los que pasa un alimento, desde
las primeras fases de producción hasta que llega a sus manos. Sin embargo no
les queda otra alternativa que confiar en la seguridad de los alimentos que ven
en las estanterías de las tiendas de abarrotes, ya sea pescado, carne de res o
pollo, sin hallar a nadie que esté en capacidad de responder a sus preguntas.
Incluso si un
pescado está etiquetado como mero, a veces ese mero no es realmente mero. Y hay
casos, como ocurrió recientemente en los EE.UU donde más de cinco toneladas de
carne molida se vendieron en las tiendas de comestibles por un tiempo sin que
la USDA las inspeccionara. En el peor de los casos, los alimentos contaminados
pueden provocar enfermedades potencialmente mortales como la salmonella y E.
coli. Claramente, la trazabilidad de los alimentos es una preocupación seria.
Sin embargo,
gracias a una nueva tecnología llamada blockchain,
el mejoramiento de la seguridad alimentaria puede no estar tan lejos como
pensamos. Con el simple escaneo de un código QR especializado, cualquier
consumidor con un Smartphone a la mano podrá acceder a información invaluable
sobre la «vida» de un determinado producto alimenticio, incluso sabrá si es
seguro comerlo.
La tecnología Blockchain, aunque suena enigmática, es
la columna vertebral de tecnologías como el Bitcoin y otras criptomonedas.
Funciona principalmente mediante una base de datos distribuida, formada por
cadenas de bloques diseñadas para evitar su modificación una vez que un dato ha
sido publicado usando un sellado de tiempo confiable y enlazando a un bloque
anterior. Por esta razón es especialmente adecuada para almacenar de forma
creciente datos ordenados en el tiempo y sin posibilidad de modificación ni
revisión. Esto es esencial para algo así como una moneda digital, pero podría
ser inestimable para ayudar al consumidor a conocer de forma convincente, la
trayectoria de un producto alimenticio como el pollo o la carne de res desde su
origen hasta la estantería, incluido su itinerario por las fases de producción.
El gran valor
del blockchain es que hace que sea
casi imposible que los datos sean vulnerados, pirateados o perdidos. Debido a que
cada «bloque» o registro contiene una marca de tiempo y un enlace al bloque
anterior, una cadena de bloques es una base de datos de información segura y
que se puede rastrear.
Al mantener un
registro de todos los aspectos del proceso de producción de alimentos, blockchain puede eliminar la brecha
entre el productor y el consumidor. De hecho, algunos medios noticiosos, como
la revista Forbes, sugieren que la tecnología blockchain tiene el potencial de cambiar por completo la forma en
que comemos.
Y esto no es
solo teoría. Carrefour, una importante cadena de supermercados francesa, ha
anunciado que pronto usarán la tecnología blockchain
para rastrear «las vidas» de cada pollo vendido bajo la marca de su casa. (La
historia fue tratada en Bloomberg Businessweek.) Blockchain registra cada cambio que sufre un pollo desde el
criadero hasta el productor y el procesador, y se asegura de que esta
información no se modifique. Los consumidores podrán acceder a todos los puntos
de datos asociados con el pollo, desde la fecha de nacimiento hasta el nombre
de su agricultor e incluso su fecha de salida hacia el matadero. Los
consumidores pueden acceder fácilmente a esta información descargando una
aplicación a sus teléfonos inteligentes y escaneando un código QR que se
encuentra en la etiqueta de los alimentos.
De forma
similar a la estrategia de Carrefour, TE-FOOD, que se describe a sí misma como
una «solución de trazabilidad de la granja a la mesa», trabaja con clientes
como los supermercados franceses Auchan y VISSAN, y un importante productor de
carne en Vietnam. Al requerir la información de cada paso de la cadena de
suministro de alimentos, ya sea el agricultor, mayorista o minorista, para
cerrar la sesión anterior, TE-FOOD permite rastrear fácilmente cualquier
contaminación directamente desde la fuente. Los consumidores también pueden
acceder a la información detallada de aprovisionamiento de productos
alimenticios escaneando un código QR en la etiqueta.
Carrefour no
es la primera empresa importante en utilizar la tecnología blockchain. Un comunicado de prensa 2017 de la compañía tecnológica
IBM anunció una importante colaboración con Nestlé, Tyson, Dole Foods,
Driscoll's, Golden State Foods, McCormick and Company, Unilever, Walmart y
Kroger para desarrollar un software similar de trazabilidad de alimentos.
Por último, la
tecnología blockchain podría ayudar a disminuir la carga económica impuesta a
los EE.UU por enfermedades transmitidas por los alimentos cada año. Un estudio
de 2015 del Dr. Robert Scharff de la Universidad de Ohio determinó que las
enfermedades transmitidas por los alimentos le cuestan a los EE.UU un promedio
de $ 55 mil millones anuales, en parte por el tratamiento médico y por la
pérdida de productividad en el trabajo. A pesar de todos sus aspectos positivos,
Bloomberg señala que Blockchain aún
no es un sistema perfecto. Debido a que cada «bloque» de datos se ingresa
manualmente a lo largo del proceso de producción, esto deja un margen de error
humano. En cualquier caso, blockchain
es sin duda un paso positivo hacia una mayor transparencia de los alimentos,
disminución del desperdicio de alimentos y menos enfermedades transmitidas por
los alimentos.
Fin
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